sábado, agosto 21, 2010

TUVE UN SUEÑO EN EL QUE TÚ APARECIAS

Hoy tuve un sueño lleno de poesía, en el que tú aparecías, primero eras una pequeña niña de manitas temblorosas con ojos muy grandes y abiertos, después fuiste una sombra adolecente y los ojos abiertos se habían cerrado con lagrimas, para cuando pude darme cuenta habías crecido tanto que ya no cabías en mis recuerdos.

Y mi sueño siguió por días enteros, por semanas, por meses, a deshoras, en silencio, a obscuras, contigo y sin ti, en el día, en las tardes, en las noches, en las comidas, en mis amantes, en mis ausencias, en mis dedos y en ti.

Luego en un salto del sueño te acercabas, y me decías al oído muy quedamente -que te parece si nos robamos la luna, secuestremos la noche- tu voz se metía en mi y parecía que no quería salir, que se había abandonado en el fondo de mi cuerpo, yo no te conteste, me deje, me perdí, en ese momento me fui muy lejos.

Más tarde al dar la vuelta en una esquina en el fin del mundo te volví a encontrar, llovía, hacía un frío terrible, pero tú no te movías, sólo mirabas fijamente un punto, te estabas robando la luna con los ojos, te deje hacerlo y no me arrepiento.

Tenia un sueño lleno de poesía, y la poesía eras tú, completa, grande, con una composición perfecta, sin errores, sin caos, una prosa limpia, eres una poesía que te lleva de la mano.

Hoy tuve un sueño en el que tú aparecías, con los ojos llenos de luna.

Eres mi mejor poesía.